Asclepio: Dios de la Medicina
La
Mitología griega o romana es el origen de diferentes expresiones, sean palabras
o símbolos que acontecen a diario en distintas áreas de la actividad humana,
sin que, al usarlas, nos detengamos a pensar en todo lo que existe detrás de
ellas.
La
Mitología nos enseña:
Relacionado con la Medicina
Asclepios o Asclepio (Esculapio para los
romanos), Dios griego de la
Medicina, cuyos atributos suelen representarse con una serpiente
enrollada a un bastón, una corona de laureles, una cabra o un perro. El más común
es el de la serpiente. El símbolo de la Medicina supone la serpiente, animal
que, según los antiguos, vivía tanto sobre la tierra como en su interior.
Asclepio tenía el don de la curación y conocía muy bien la vegetación y en
particular las plantas medicinales.
Según
cuenta la Mitología, Asclepio era
hijo del Dios Apolo y de la
mortal Coronis o Corónide, hija del rey de Tesalia.
Existen varias versiones sobre el lugar y las circunstancias de su nacimiento.
La más conocida, es la que ha llegado a través de las narraciones del poeta
griego Píndaro (siglo VI a. C.), según quien. . . al
saberse, Apolo, engañado por Coronis, manda a matar a la mortal,
quien portaba un hijo suyo y, antes que
la pira funeraria la incinerase, hace extraer de su vientre a la criatura,
quien sería Asclepio.
Otra
versión de los hechos cuenta que Apolo
sedujo a Corónide, quien da a luz en
secreto un niño, al pie de una montaña, en tierras de Epidauro. Corónide
abandona a su hijo en el lugar y el pequeño logra sobrevivir gracias a la leche
de una cabra del rebaño del
pastor Arestanas y cuidado
por su perro. Cuando Arestanas se
entera del hecho queda admirado por una aureola que rodeaba al niño y pensando
que era cosa de dioses no se atreve a tocarlo y lo deja librado a su destino.
Relieve votivo por la curación de una pierna, con la inscripción: "Tiqué [dedicó esto] a Asclepio y a Higía en señal de agradecimiento". Mármol, hallado en 1828 en un santuario en la isla de Milos. |
El
Santuario de Asclepio en Epidauro cuyas
ruinas datan aproximadamente del
siglo IV a.C llegó a ser el centro terapéutico más grande de
la antigüedad y en él se desarrolló una verdadera escuela de
Medicina. El conjunto de edificios del santuario comprendía salas de ejercicios
físicos y estancias especiales para los enfermos. Los asclepíadas o
sucesores de Asclepio cumplían sus
prácticas en el lugar. El más famoso de estos médicos fue Hipócrates, de quien
se decía, era descendiente directo del Dios.
A
finales del siglo XIX comenzaron los trabajos de excavación del
yacimiento de este santuario y se extendieron hasta mitad del siglo XX. Antes
de adoptar al dios griego Asclepio, al que llamaron Esculapio, los romanos
veneraban desde el 435 a. C. a Apolo como
protector de la salud. Los templos edificados por los romanos para venerar a
Esculapio, también contaban con
dependencias para los enfermos y otras dos muy importantes para la sanación del cuerpo:
los gimnasios y los baños. En el siglo II a.C se levantó su
santuario en la isla Tiberina, ubicada en el río Tíber. En la
actualidad, se conserva en ella, un famoso hospital del siglo XVI.
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