Soñar en un nuevo año
Agranda la puerta, Padre, porque no puedo pasar; la hiciste para los niños. Yo he crecido, a mi pesar. Si no me agrandas la puerta, achícame, por piedad, vuélveme a la edad bendita en que vivir es soñar. Miguel de Unamuno Elevarnos, o lo que es lo mismo subir, crecer, bajar, en un ondular permanente de energías que no es otro que el movimiento de la vida, nos permite desarrollarnos como seres humanos, habitantes de este planeta. En ese desarrollo propio va implícito todo lo que podemos lograr en el diario devenir y los sueños no son cosa de niños o jóvenes, solamente. De ninguna manera. Pareciera que a medida que crecemos nos cuesta más tener Sueños, enfrentar la vida con optimismo, siendo positivos o tal vez suceda que, cuando llegamos a mayores ¿debemos dejar de soñar? Nadie nos ha impuesto tamaña actitud de vida, nadie puede gobernar nuestra Mente, si nos proponemos evitarlo. Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestro camino, pero, debemos aprender a construirlo.